El Sistema VAC ha generado más de un centenar de modelos de valor añadido de comunicación
Cada proceso de información requiere un prototipo. Modelos con la sofisticación necesaria para gestionar un proceso de información, que por su propia naturaleza, difiere del resto. De estos prototipos dependen el impacto que tenga el modelo de gobierno de las organizaciones, públicas y privadas. Su modelo puede ser más o menos virtuoso -o nada virtuoso.
El
Sistema VAC es un sistema de sistemas. Un patrón a partir del cual desde 1996 se han venido implantando numerosos modelos de
comunicación avanzada. Para preparar y evaluar campañas de publicidad. Para dirigir la gestión corporativa de grandes empresas. Para medir, evaluar, diseñar, y ejecutar campañas políticas. Para la realización de proyectos educativos. En las fusiones de empresas. En la
medición cualitativa de audiencias para los medios de
comunicación. Modelos de optimización de recursos para grandes y pequeñas organizaciones e instituciones. La lista alcanza el centenar de casos en los que se han creado nuevos modelos a partir del
Sistema VAC es larga, porque la virtud del sistema creado es que se puede aplicar a toda actividad en la que se valore la
información.
“Cada modelo de
comunicación es como una
obra de arte envuelta en alta tecnología. Al estar dirigido a optimizar los procesos, implica un diseño global del mismo que se elabora mediante programas de simulación. Luego los resultados demuestran que el diseño ha funcionado”, cuenta uno de los
profesionales que ha participado en la elaboración de varios prototipos.